Caso Guarapiranga |
¿SOMOS ANIMALES DE EXPERIMENTACIÓN?
Por Marcelo Bigliano (UFO TOP SECRET) Buenos Aires, Argentina, 1998
Las mutilaciones de ganado forman parte obligada dentro de las investigaciones ufológicas de todos estos últimos tiempos. Para la mayoría estos hechos a veces, más que horrorosos son atribuidos a seres extraterrestres como grises o entidades anómalas como el conocido "Chupacabras". El tema es que al parecer estas entidades también perseguirán los mismos fines con nosotros los humanos.
Hay hechos que conformarían estas aseveraciones como ser el caso de Guarapiranga ocurrida el 29 de setiembre de 1988 en la ciudad brasileña de San Pablo. Aunque dicho caso fue dado a conocer en el año 1993, recientes investigaciones aportan nuevos datos al fabuloso suceso.
La historia comienza cuando dos niños descubren en un islote de la presa de Guarapiranga el cadaver de un hombre con su rostro y cuerpo mutilados. La víctima se encontraba vestido únicamente con unos calzoncillos y aún presentaba flacidez por lo que los forenses dedujeron que había fallecido no hacía mucho tiempo.
En el informe policial referente al caso se explicaba que la parte superior del rostro de la víctima había sido desollado y sus ojos arrancados, al igual que parte de sus orejas y oídos, también faltaban la lengua y algunos musculos bucales. Entre los dedos de manos y pies se encontraron perforaciones de unos dos centímetros de diámetro.
La piel de su rostro fue cortada en una sección triangular y sobre la carne viva fue untada una extraña sustancia de color negro que no pudo ser analizada ni identificada por falta de presupuesto de la policía brasileña, como es sabido, a los pobres no se les hace este tipo de análisis, ya que la víctima no era de clase meda ni pertenecía al jet set.
Sigamos con el relato de la investigación: se localizaron bajo sus axilas dos cortes perfectamente circulares de cuatro centímetros de diámetro aproximadamente sin mencionar otros realizados por todo el cuerpo producidos al parecer por un objeto cortante. Algo curioso fue que la víctima no registraba marcas de uñas, pezuñas o garras lo que es muy común en cuerpos abandonados en lugares donde habitan alimañas como en el sitio donde se encontró el cadaver en cuestión. Otro detalle que llama también la atención es que la víctima no presentaba restos de sangre y sus víseras habían desaparecido. Según la declaración de los forences al parecer los órganos internos fueron "aspirados", supuestamente por los orificios que presentaba en las axilas. Como es sabido no hay ninguna técnica conocida para esta extraña succión de órganos.
Al mejor estilo de la novela más macabra, los males sufridos por este pobre hombre no terminan aquí, ya que de su cuerpo también fue arrancada la bolsa escrotal izquierda, como así también la uretra del pene se encontraba bastante dilatada y ensangrentada, lo que lleva a pensar que hubiesen introducido algún tipo de sonda. Vale también mencionar que no tenía rastro alguno de vello, tanto el el pubis como en las axilas. En la ingle izquierda fue encontrado un corte denotadamente elíptico y no muy profundo. Y como si este cuadro dantesco fuera poco su orificio anal había sido sustraído mediante una incisión de 15 x 8 centímetros. A pesar de todo, el cuerpo no mostraba señales de haber sido atado o estrangulado como tampoco golpeado. En síntesis, lo único que quedó dentro de la víctima fue un pedazo de pulmón, que fue cortado al parecer con gran facilidad.
Todo este horrible espectáculo tiene mayores coincidencias con la mutilación de ganado que es tan común en los últimos tiempos y la relación con las víctimas del Chupacabras (extraña criatura de supuesta procedencia extraterrestre que asoló en años pasados todo el Caribe y centroamérica), es asombrosa.
Se descarta el crímen ritual o satánico, que es común en aquel país ya que se encontraron los típicos elementos como velas, cintas, sangre, huellas, etc...
Llama mucho la atención el hecho que el cuerpo no haya sido atacado por los buitres que habitan la región ni por ningún otro animal depredador o carroñero, al igual que pasó con las mutilaciones de animales, lo que no parece solo coincidencia.
Uno de loa forences que trabajaron en el caso Jorge Pereira decía al respecto: "Nunca antes había visto un caso semejante. Parecía como si un motor de 200 caballos de fuerza le hubiese succionado todos los órganos internos".
La víctima finalmente fue identificada, se trataba de un hombre de 53 años de edad, casado, de religión católica practicante, y como decíamos al principio de baja condición económica. Vivía a orillas de la presa y se desempeñaba como guardia en una finca cercana al lugar donde fue encontrado.
El hecho como bien pudo apreciar el lector es por demás polémico, razón por la cual autoridades del lugar se encontraron con cierta presión y trataron de desinformar y buscar explicaciones poco más que ridículas. Lo peor de todo esta situación es que el caso Guarapiranga no es un hecho aislado ya que se saben en Brasíl otros con bastante similitud.
Nos quedan muchas preguntas ante hechos tan aberrantes como el que hemos leído pero el cuestionamiento principal es: ¿Somos víctimas de experimentaciones a manos de seres extraterrestres? Esperemos próximamente poder obtener una respuesta.
Marcelo Bigliano (UFO TOP SECRET) Buenos Aires, Argentina, 1998